Estas páginas están en proceso de traducción por voluntarios, cuyas lenguas maternas no son el español.
Nuestro objetivo es ofrecer una información útil para el público hispanohablante. Para mejorar la calidad de esta información estamos buscando colaboradores voluntarios para corregir, o encargarse de la traducción de otras páginas. Los traductores siempre tienen la posibilidad de eligir lo que quieren traducir.
La propuesta de colaboración puede ser dirigida a Joseph Országh
Para ver las casas en «EAUTARCIE», pinchar aquí.
Es interesante leer un testimonio de Andalucía sobre los beneficios de «Eautarcie» en región seca.
Para ver el esquema general del sistema PLUVALOR, pincha aquí.
Para ver el esquema general del sistema TRAISELECT, pincha aquí.
Primera publicación del texto de esta página sobre www.eautarcie.com: enero 2003
La adaptación hispana del texto original y primera publicación de este pagina sobre www.eautarcie.org : 2013-05-14
Actualización: 2017-02-26
Basta con observar las zonas costeras del Mediterráneo y del mar del Norte para hacernos una idea del futuro que nos espera en cuanto al abastecimiento de agua. Cada vez son más las zonas europeas donde la cantidad de agua que se extrae de las capas freáticas es mayor de la que se infiltra con las precipitaciones. En las regiones áridas los pozos se secan, mientras que en la costa del mar del Norte el agua salada penetra en la tierra hasta niveles cada vez más profundos.
En general, la contaminación difusa está alcanzando poco a poco las reservas de agua más profundas. Hoy en día (en 2011), afirmar que el agua de lluvia es la única fuente de agua de calidad disponible en la naturaleza y fácilmente accesible a todo el mundo no es, por desgracia, ninguna exageración.
Así, la recuperación íntegra del agua de lluvia es una opción a la que conviene prestar toda nuestra atención. Es lamentable que la legislación de varios países europeos sólo contemple un empleo muy limitado de este recurso, cuando es uno de los más interesantes. Reducir el empleo de las aguas pluviales a los sanitarios y el jardín no hace sino contribuir a retrasar la toma de conciencia del público y de aquéllxs que toman las decisiones políticas relativas a la gestión sostenible del agua.
Por otro lado tenemos que decir que, aunque la enorme mayoría de especialistas no tengan todavía conciencia, el estado de nuestras reservas de agua está directamente relacionado con una gestión adecuada de la biomasa en la tierra (ver los capítulos sobre saneamiento ecológico). La recuperación del agua de lluvia es sólo uno de los aspectos de la gestión sostenible del agua en el mundo.
Conviene destacar que la región de Bruselas Capital, con la mediación de una asociación local, promociona la recuperación de las aguas pluviales. La web de esta asociación «Le Centre Urbain asbl») propone tres maneras de recuperación:
La opción mínima, que limita el empleo del agua de lluvia al riego, la limpieza de la casa y de la ropa y la cisterna. Esta opción supone un desdoblamiento de las cañerías de la vivienda ya que las redes de distribución de agua exigen tuberías separadas para el agua corriente y el agua de lluvia.
La opción intermedia incluye también el fregar los platos y la higiene personal, manteniendo algunos grifos con agua corriente para beber y cocinar. En este caso, con el fin de reservar agua de lluvia de buena calidad para los usos más nobles, se recomienda conectar de forma permanente los baños al agua de la red.
En la opción íntegra, el agua de lluvia también se puede beber y utilizar para cocinar. En la práctica es el sistema PLUVALOR, aquí descrito. En este caso, usted se convierte en su propix distribuidorx de agua potable, con toda la responsabilidad que eso implica.
Debemos mencionar que en Bélgica, más de 750.000 personas utilizan desde hace años el agua de lluvia para su higiene personal, de las cuales más de 100.000 también la usan para su alimentación.
El sistema PLUVALOR es un sistema de recuperación y reciclaje del agua para su consumo en toda la vivienda. El término PLUVALOR es la abreviatura en francés de la recuperación del agua de lluvia («VALORisation de l’eau de PLUie»), que además sugiere una plusvalía, un valor añadido para la vivienda, siendo el agua el oro («or») azul.
El sistema PLUVALOR no es un sistema comercial manufacturado sino que es más bien un concepto accesible a todo el mundo. Se diferencia del resto de sistemas de recuperación de aguas pluviales en aspectos técnicos pero también en su enfoque holístico de la gestión sostenible del agua. Este sistema desempeña un papel fundamental en el concepto de aguautarquía, una corriente científica y práctica del saneamiento ecológico.
Mis investigaciones acerca de la recuperación de las aguas pluviales comenzaron a principios de los años setenta en la Universidad Nacional del Zaire en África y finalizaron en la Universidad de Mons-Hainaut, en Bélgica. Los análisis de las aguas pluviales mostraron que durante todo su ciclo natural el momento en el que el agua es más pura (y con diferencia) es nada más cayendo del cielo, y esto a pesar de la contaminación atmosférica.
La acidez natural, debida al CO2 del aire, supone una ventaja para los usos posteriores. De hecho, los materiales elegidos para el depósito neutralizan esta acidez y durante esta neutralización el agua recibe una ligera carga de sales minerales que serán útiles posteriormente. En un buen depósito disponemos de agua químicamente neutra, con una baja mineralización y naturalmente dulce (por lo que conlleva un menor contenido de cal). Desde el punto de vista químico es una materia prima ideal para preparar agua potable: bastará con eliminar las bacterias mediante una filtración apropiada. Un depósito construido siguiendo el principio de PLUVALOR es una reconstrucción artificial de una cavidad rocosa natural que conserva el agua en buenas condiciones.
El agua de lluvia recuperada, almacenada y filtrada según el sistema PLUVALOR es adecuada para cualquier uso doméstico incluyendo el más importante: la bebida. En general, la calidad del agua de lluvia tratada según este principio será, por mucho, superior a la de la mayoría de las aguas de distribución. Los sistemas recomendados habitualmente tienen como objetivo el ahorro de agua corriente mediante el uso de aguas pluviales. En esto, el sistema PLUVALOR se desmarca. Sin negar la posibilidad de este ahorro, sus intenciones son distintas:
Además, también implica un cambio en las prioridades de uso de las diferentes fuentes de agua. En el resto de sistemas el agua de la lluvia sirve para las cisternas, el riego, la limpieza y, como mucho, limpiar la ropa. En el sistema PLUVALOR nos esforzaremos en ahorrar agua de lluvia en vez de agua corriente.
Si el tejado de la vivienda es demasiado pequeño para cubrir las necesidades del hogar en agua de lluvia, se reservará el agua del depósito para la bebida y la cocina, y después para la higiene personal. El resto de usos, como la limpieza de la casa o de la ropa, vendrán después. Conectaremos de forma permanente la cisterna de los baños así como los grifos del jardín y del garaje al agua corriente, para así ahorrar agua del depósito. Esta opción contradice a lxs técnicxs de las empresas abastecedoras de agua, para quienes esto es el mundo al revés. Les sorprende que se utilice su agua «potable» para el baño y que, en cambio, se beba el agua de lluvia. La opción que recomienda el sistema PLUVALOR tiene una sólida base científica: podemos demostrar sin dificultad que el envío de agua de lluvia a las cisternas de los baños es un desperdicio desde el punto de vista económico y ambiental.
Cada unx debe juzgar por sí mismo… pero, no se debe perder de vista el hecho de que utilizando agua de lluvia nos convertimos en nuestrxs propixs abastecedorxs de agua, con toda la responsabilidad que ello implica. Además, a diferencia del agua corriente, el agua de lluvia no corre sola: el sistema PLUVALOR requiere cierto mantenimiento.
La cantidad de agua potencialmente recuperable viene determinada por las precipitaciones del lugar. En el sur de Europa, donde las precipitaciones rondan los 500 mm/año, se podrán recuperar unos 500 litros al año por m2 de tejado. En cambio, en las regiones montañosas la cantidad de agua recuperable puede alcanzar los 1400 litros (sin contar las pérdidas por evaporación y desbordamiento).
Para ver el esquema general del sistema PLUVALOR, pinche aquí.
Para ver un sistema incorrecto de recuperación de aguas pluviales, pinche aquí.
Antes de abordar las cuestiones más técnicas del sistema PLUVALOR, es esencial tratar un tema más amplio como es la calidad del agua de lluvia, y comparar las nociones de agua potable (biocompatible) y de agua no alimentaria (inocua).
Para continuar la lectura, ir al capítulo sobre Calidad del agua de lluvia.